Perfecto como pre-barba, el Monoï de Tahití está enriquecido con flores de frangipani maceradas. Su aplicación antes del afeitado aumenta el deslizamiento y protege la piel dejándola hidratada y suave.
La temperatura de la piel es suficiente para fundir la manteca casi al instante transformándola en un aceite de características mecánicas únicas.
El Saponificio Varesino nace en el lejano 1945 en Brebbia (Varese) a las orillas del Lago Mayor.
Ha perfeccionado el metodo artesanal con nuevas técnicas de elaboración y aún hoy produce óptimos jabones para el aseo personal.
Conserva el método antiguo de saponificación de marsella del jabón, patrimonio que poseen muy raramente las fabricas de jabón (jabonerias) hoy en día.
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